El acoso y la huida
El acoso y la huida
Al ver a su hijo regresar de la escuela y entrar a la casa con sangre en la boca y pequeñas manchas de ella en la camisa, Camila se alarmó y acercándose a él para observarlo mejor, le preguntó ¿qué te sucede?, ¿vienes de la escuela?, ¿te golpeaste?. No es nada mamá, le contestó Miguel. Me caí al salir de la escuela y dirigiéndose a su recamara le dijo: me voy a lavar la cara y poner un tafetán. Quiero estar solo y que no me molesten, porque voy a hacer tarea. Tengo mucha de biología y matemáticas, agregó.
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