En: Celso Garza Guajardo, Haciendo Historia, ANL. 1996
“La mies es mucha y los obreros son muy pocos”. Así decía, parafraseando a Jesús en el Evangelio, un cura de pueblo a los feligreses –por enésima ocasión-, intentando penetrar sus conciencias y motivarlos a participar más asiduamente en las actividades de su parroquia.
El sermón dominical, como era de esperar, en algunas ocasiones rendía frutos. Quizá pocos. Seguramente pocos, sí, pero buenos.
Tal vez el mismo o similar reclamo de trabajo y dedicación fue escuchado por aquel joven que abrazó la carrera magisterial en su natal Sabinas Hidalgo, y hoy se ha convertido en uno de los más destacados investigadores de nuestra historia regional: el maestro Celso Garza Guajardo.
Celso, con su obra, recrea los lugares de antaño. Desempolva con diáfana claridad lo que añosos papeles se empeñan en ocultar al ojo poco experimentado. Así, resurgen fiesta y tradición, con todo su cúmulo de personajes y vivencias. El pretérito y el presente, indisolubles e interdependientes.
Gracias a él, parte de los pasajes remotos de nuestro pasado nuevoleonés han sido rescatados. De ello da testimonio la rica bibliografía nacida de su pluma o de las de aquéllos que recibimos su apoyo para publicar nuestro trabajo.
Esta fecundidad en su producción bibliográfica, esta difusión del conocimiento de nuestra propia cultura, de nuestras tradiciones, de nuestro folclor, de nuestra gente, es no sólo para valorar la riqueza de lo nuestro, lo que nos da identidad, sino para que sirva de ejemplo entre los jóvenes, despertando vocaciones para la crónica y la investigación histórica.
Pero, además, paralelamente a sus escritos, despliega una incansable actividad de promoción cultural, con conferencias, presentación de libros, seminarios, reuniones de cronistas, apoyo a los jóvenes de la crónica urbana, entrevistas en radio y televisión, homenajes y reconocimientos a innumerables personajes de nuestra cultura regional, edición de numerosas investigaciones históricas; y es generador, también, de grandes proyectos culturales, como el rescate de la Hacienda San Pedro, de la UANL, en General Zuazua.
No quiero, en este breve espacio, hacer detalle de sus textos. Pero sí puedo decir que cada adición a su bibliografía es un homenaje a su tierra, a sus raíces, y sobre todo, a su gente.
Hombre culto, amable y laborioso, incansable, ha sabido cultivar la amistad, uno de los valores universales más nobles e invaluables.
Hoy, en tu aniversario cincuenta y tres, F E L I C I D A D E S, y larga vida, amigo Celso Garza Guajardo. Mil retos y mil conquistas. De eso sabes… y mucho.
