Juan Manuel Elizondo: Guerrero Luchador

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Juan Manuel Elizondo: Guerrero Luchador

Hombre de aguda inteligencia, valor civil y un liderazgo puesto siempre al servicio de los desposeídos, Juan Manuel Elizondo es uno de los grandes nuevoleoneses del siglo XX, y protagonista de los episodios políticos y sociales más significativos de nuestro país, no sólo en la convulsionada primera mitad del siglo, sino también en el comienzo de la modernidad y desarrollo pleno del Estado…

Juan Manuel Elizondo: Guerrero Luchador 

 

 

Por Juan Roberto Zavala.

Hombre de aguda inteligencia, valor civil y un liderazgo puesto siempre al servicio de los desposeídos, Juan Manuel Elizondo es uno de los grandes nuevoleoneses del siglo XX, y protagonista de los episodios políticos y sociales más significativos de nuestro país, no sólo en la convulsionada primera mitad del siglo, sino también en el comienzo de la modernidad y desarrollo pleno del Estado. Con juicios de valor y una sonrisa siempre franca, ha sabido ser fiel a sí mismo, no sólo en el discurso sobre la política nacional, sino en su vocación y decisión de hacer del respeto a los derechos de los trabajadores; es decir, de la justicia laboral, una disciplina, una acción común.

 

Dotado a la vez de carácter y principios, fue compañero y amigo de las figuras más emblemáticas del México de esa época: José Revueltas, Vicente Lombardo Toledano, Valentín Campa, José Alvarado, Alejandro Gómez Arias, Raúl Rangel Frías, Enrique Ramírez, Rodolfo Dorantes, Manuel Moreno Sánchez y Fidencio de la Fuente.

Con ellos compartió los ideales de hacer de México un país fuerte, independiente, justo y respetuoso de la libertad y dignidad de los mexicanos.

Nació en San Buenaventura, Coahuila, el 8 de marzo de 1910. A Monterrey llegó muy joven, y en el Colegio Civil del Estado cursó su educación media y preparatoria. Dadas sus inquietudes intelectuales, escribió en periódicos y revistas como “Rumbo” y “Momento”, y su vocación de conductor de hombres lo llevó a participar activamente en la Federación de Estudiantes y en congresos nacionales estudiantiles, donde propuso la creación de la Universidad del Norte, (actual Universidad Autónoma de Nuevo León). Para 1934 se iniciaba en la política nacional, denunciando la campaña del General Plutarco Elías Calles en contra del General Lázaro Cárdenas con la llamada “Universidad Socialista”, con lo que aquí en Nuevo León se inició una huelga estudiantil de protesta.

AMANTE DE LA JUSTICIA

Fiel a sus principios e ideología, participó activamente en el Partido Comunista Mexicano, al que ingresó por invitación de Enrique Ramírez; en el Partido Popular Socialista y finalmente en el Partido Socialista de los Trabajadores. Fue, además, secretario general del Comité Nacional del Sindicato Minero; primer vice-presidente del Partido Popular; de 1946 a 1952 senador de la República y en 1979, diputado federal por el PST.

Con ese su sentido previsor del futuro e invariable anhelo de paz y justicia, al concluir la Segunda Guerra Mundial, donde fue consejero de guerra del presidente Manuel Ávila Camacho, participó en diversos congresos internacionales que preparaban el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ha sido también consejero de algunos presidentes de la República como Manuel Ávila Camacho, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, y durante muchos años de la Secretaría del Trabajo.

Además de haber sido editorialista de los periódicos “Excélsior”, “El Popular” y el “Porvenir” fue director del periódico semanal “Buró de Investigación Política”; fundador y director del periódico de información política “Carta de México” y es autor de diversas obras como: “El Sentido Histórico del 29 de Julio”, “De Historia y de Política” (1994) y “De Historia y de Política II” (2000), “Memorias improvisadas. Mi Universidad” (2001), “Conferencias UANL” (2004), estas tres editadas por la UANL y “Carta de México”. Actualmente trabaja en la continuación de “Memorias Improvisadas”.